miércoles, 17 de febrero de 2016

Insomnio, llanto y vacaciones.

Son las dos de la mañana. Jueves. Vacaciones. Desocupada. Insomnio. Son las palabras que me definen, hoy. Siento un dolor en el pecho, el mismo que me acompaña desde hace ya, AÑOS. No doy más, pienso en las tantas fallidas veces que intenté sacarlo y no pude,  fracasó el intento, una y otra vez. Cada vez que eso me sucedía y me sucede, el dolor es todo el anterior más el de ahora, por el nuevo fracaso. Se debe a muchas cosas, y de todas me siento culpable, yo y nadie más. Yo y sólo yo, como adolescente, como mujer, como hija, como hermana y como ser humano desenfrenadamente aferrado a las cosas que le hacen mal.  Siempre y por siempre, si me causa dolor, me atrae. Me enoja la capacidad de apego a lo que me afecta, pero más me enoja que todo salga para el  orto por mi causa, todas las veces. Me atormentan los "Olvídate, es tu culpa, sos vos que no soltas".  Callate loco, callate. Bastante tengo, con esta mierda de atraer lo que me hace mal, de hacerme mal, no necesito que me digas lo que ya se que debería de hacer, pero  claramente no puedo. Lo peor, es que esos males me acompañan por años, uno se instala y después no se quiere ir, y ahí están todos, pensando que soy la sufrida que le gusta sufrir, la que no se esfuerza y no estira el brazo para que otro la saque del pozo. No se, mi personalidad, LA ADOLESCENCIA, el aprendizaje a la vida, la introducción al mundo que se me viene. Anda a saber vos, porque yo ni idea. Lo que se, es que hay cosas que me ahogan, que no me dejan disfrutar de unas vacaciones preciosas y que no me dejan tratar como debería, a la gente que me  acompaña, no me siento tan culpable, porque ni siquiera  sé como tratarme yo, así que no esperen nada, plis. Una de las cuestiones es esto, la preocupación sin sentido, el mal  estar que me lo causa TODO, intentos fallidos de olvidos, y de esto sale la cuestión segunda. Una  persona que introduje y saqué de mi vida muchas veces, porque no sabía como tratarla, era mucho y a la vez no era nada, pero la quería siempre conmigo, de eso estuve segura siempre y no sabía como. Por eso la alejaba, con la seguridad de que le transmitía esas ganas de tenerla, con que la alejaba sólo para respirar un poco de ese apego, planeando ese "para siempre", pero se ve que no se daba la transmisión, se ve que la distancia transmita distancia. Un dia, hace ya casi un mes, se fué, para no volver. De a poquito, sin decir que se iba, entendiendo lo que no es verdadero, con una frase que hoy, tomo como la frase de la  despedida "vos no me queres ni afuera, ni adentro, de tu vida".
Ahora vean, una vez más, mi dolor causado por mi, y ahora, un nuevo intento fallido de olvido, que mañana será dolor por pérdida y por profundo recuerdo, que ignora las ganas de olvidar. No se si quiero olvidar, no se. No se si es lo correcto, no se como son los días de esa persona, no se que piensa hoy de mi. Pero hay cosas que entiendo y que tengo claras en mi. Me encuentro tirada en la cama, llena de lágrimas en los ojos, me siento ahogada y lo único que quiero es escribir. Me ahogan los recuerdos, la culpa. Y esta brava, muy. Alejar a alguien, cuando lo querías querer más que a vos, es el vacío más grande que te puede quedar. Vivir con esto, con el recuerdo de algo que no  amé  (ya saben lo que pienso de amar a mi edad) pero alguien que quería conmigo. Y no tenerlo por mi culpa y mis actos, me  agobia. Sólo espero que nadie nunca más, te aleje queriendo quererte y también espero que entiendas, que nunca para mi, esos  alejamiento eran juegos. Si no miedos, a que pasara lo que pasó, y sólo espero que para el universo, este dolor que siento, sea el pago  gusto de todo el mal. Ojalá ese ser, estas emociones, estos dolores y este ahogamiento sean llevados por el gran juez, el más sabio y el más fiel, si de sanar se trata. El tiempo. Y ojalá por esos tiempos, en un estado neutro y con la mente preparada a la adultez, despida sonrojandome, a quien me habita placentramente, mi adolescencia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario